Cuenta la leyenda que un humilde picador de piedra
vivía resignado en su pobreza, aunque siempre anhelaba
con deseo convertirse en un hombre rico y poderoso.
Un buen día expresó en voz alta su deseo y cuál fue
su sorpresa cuando vio que éste se había hecho realidad:
se había convertido en un rico mercader.
Esto le hizo muy feliz hasta el día que conoció a un
hombre aún más rico y poderoso que él. Entonces
pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido.
Al poco tiempo se dió cuenta que debido a su condición se
había creado muchos enemigos y sintió miedo.
Cuando vio cómo un feroz samurai resolvía las divergencias
con sus enemigos, pensó que el manejo magistral de un arte
de combate le garantizaría la paz.
Así que quiso convertirse en un respetado
samurai y así fue. Sin embargo, aún siendo
un temido guerrero, sus enemigos
habían aumentado en número y peligrosidad.
Un día se sorprendió mirando al sol desde la seguridad
de la ventana de su casa y pensó: él si que es superior,
ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por
encima de todas las cosas. ¡Quiero ser el sol!
Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que
una nube se interpuso en su camino entorpeciendo su visión
y pensó que la nube era realmente poderosa
y así era como realmente le gustaría ser.
Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le
arrastraba con su fuerza, la desilusión fue insoportable.
Entonces decidió que quería ser viento. Cuando fue viento,
observó que aunque soplaba con gran fuerza a una roca,
ésta no se movía y pensó: ¡ella sí que es realmente fuerte:
quiero ser una roca! Al convertirse en roca se sintió invencible
porque creía que no existía nada más fuerte
que él en todo el universo. Pero cuál fue su
sorpresa al ver que apareció un picador de
piedra que tallaba la roca y empezaba a darle la forma que
quería pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar
y le llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no
era tan mala y que deseaba de nuevo volver a
Moraleja: "Con frecuencia damos mas valor a
lo que no tenemos o deseamos tener
y deseamos ser lo que no somos.
No vemos cuán ricos somos: únicos y con
nuestras características, propios atributos y valores;
No hay que acelerar el tiempo. las oportunidades
de la vida simplemente llegan,
y si llega aprovecharla.єм∂ρєη
"Hay un espacio muy grande entre saber y entender
y otro más grande aún entre entender y aceptar"anónimo
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