Tuesday, September 29, 2015

Amor Verdadero de: William Shakespeare

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Amor Verdadero
No, no aparta a dos almas amadoras
adverso caso ni cruel porfía:
nunca mengua el amor ni se desvía,
y es uno y sin mudanza a todas horas.

Es fanal que borrascas bramador
ascón inmóviles rayos desafía;
estrella fija que los barcos guía;
mides A su altura, más su esencia ignoras.

Amor no sigue la fugaz corriente
de la edad, que deshace los colores
de los floridos labios y mejillas.

Eres eternas, Amor: si esto desmiente
mi vida, no he sentido tus ardores,
ni supe comprender tus maravillas.

William Shakespeare




Sunday, September 27, 2015

EGLE, LA REINA DE LAS ÁSPIDES(serpiente venenosa)



Hace muchísimos años, tantos que ya ni se recuerdan, 
vivía un matrimonio de ancianos. Tenían doce hijos y tres hijas: la menor
 se llamaba Egle. Un atardecer de verano, las tres hermanas fueron a bañarse.
 Jugaron en el agua hasta que se puso el sol. Entonces volvieron a la orilla
 para vestirse. Pero Egle encontró un áspid dentro de la manga de su camisa; 
se asustó y comenzó a gritar. La hermana mayor cogió una estaca para ahuyentar 
al áspid. Y de pronto, éste dijo a Egle con voz humana:

Egle, prométeme que te casarás conmigo y me iré sin haceros daño.

La niña se echó a llorar. ¡Cómo iba a casarse con un áspid!

 ¡Devuélveme mi camisa y vete! - le dijo.

 ¡Sólo si prometes casarte conmigo! - dijo el áspid.

Egle tuvo que prometer al áspid que se casaría con él. En ese momento,
 el áspid salió de la camisa y se sumergió en el mar.

A los tres días, apareció en el jardín de la casa de Egle un regimiento
 de áspides, reptando lentamente. Unos treparon por la valla y
 otros se enrollaron en los troncos de los árboles. Los encargados 
del casamiento entraron en la casa para hablar con los ancianos
 padres, y éstos no tuvieron más remedio que entregar a su hija.


Los áspides y la joven llegaron a la orilla del mar. Y al instante, 
se levantaron dos enormes olas, y en lugar de un áspid apareció un muchacho
 joven y muy atractivo: el rey de las aguas.

En el fondo del mar se celebró un gran banquete y Egle se casó con el áspid.

Con el paso del tiempo la muchacha se tranquilizó y se acostumbró a la
 vida bajo las aguas. Olvidó a los suyos y olvidó su tierra.

Pasaron nueve años. Egle tuvo tres hijos y una hija. El mayor se llamaba
 Roble, el segundo, Fresno, el tercero Álamo y la niña, Álamo Temblón.
 Un día, el mayor dijo a su madre:

 Madre, nunca nos ha hablado de tu familia. ¿Dónde viven tus padres?

Entonces, Egle se acordó de sus padres y hermanos, recordó su tierra. Y sintió la necesidad de volver a su país, quería ver a los suyos.

El áspid acompañó a Egle y a sus cuatro hijos a la orilla del mar.

 Dentro de un mes debéis regresar, que nadie os acompañe.
 Cuando llegues a la orilla llámame así: "Áspid, áspid. Si estás vivo, 
espuma de leche. Si estás muerto, espuma de sangre". Si estoy vivo, 
vendré a buscaros. Pero si la espuma es roja, sabrás que he muerto. 
No descubrirás a nadie cómo debéis llamarme.

Egle y sus hijos volvieron a su tierra. Sus padres y hermanos se alegraron 
mucho de verlos, y escucharon fascinados lo que Egle les contó sobre 
sus vidas bajo las aguas. Pero cuando les dijo que tenía que regresar
 en un mes, sus hermanos idearon un plan para retener a su hermana 
y sus sobrinos con ellos para siempre, en la tierra.

Una noche, llevaron a los cuatro niños al bosque, encendieron una
 hoguera y, uno a uno, les obligaron a decir cómo podrían hacer salir 
a su padre a la superficie del mar. Los chicos, a pesar de los golpes que
 les propinaban sus tíos, no dijeron una palabra. Pero la niña estaba 
asustada y no tardó en revelar el secreto.

Al amanecer, los hermanos de Egle cogieron unas guadañas y se dirigieron
 a la orilla del mar. Llamaron al áspid y, cuando éste apareció entre 
la espuma, le cortaron la cabeza con la guadaña.

Pasó el mes y Egle y sus hijos debían volver junto al áspid. Los hermanos
 no dijeron nada y la dejaron partir.

 Aspid, áspid. Si estás vivo, espuma de leche. Si estás muerto, 
espuma de sangre - dijo Egle.

El mar se agitó desde sus profundidades, y se destacó entre las demás
 una enorme ola de espuma roja. Egle escuchó la voz de su marido
 entre el rugido del mar.

 Tus hermanos me mataron con guadañas. Nuestra hija,
 Álamo Temblón, nos ha traicionado.

Desesperada, Egle miró a sus hijos y dijo:

 Que mi hija pequeña se convierta en Álamo Temblón,
 que tiemble día y noche, que las lluvias le purifiquen la boca, 
que el viento le peine los cabellos. Y vosotros, mis queridos hijos,
 sed desde ahora árboles firmes. Yo seré un abeto.

Y todos quedaron convertidos en árboles.

Por eso, el roble, el fresno y el álamo son árboles fuertes, 
y el álamo temblón se estremece al menor soplo de viento. 




Friday, September 25, 2015

Parábola de la vida

 Parábola de la vida: 

un autobús cargado de turistas atraviesa una hermosísima 

región llena de lagos, montañas, ríos y praderas. 



Pero las cortinas del autobús están echadas, 

y los turistas, que no tienen la menor
 idea de lo que hay al otro lado de las ventanillas,
 se pasan el viaje discutiendo sobre quién debe
 ocupar el mejor asiento del autobús, a quien
 hay que aplaudir, quién es el más digno de consideración.
Y así siguen hasta el final del viaje.


Parábola de la Vida:  Anthony de Mello
"La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, 
espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo" 
Anatole France (1844-1924) 

"La vida es como un piano. Lo que salga depende 
de cómo usted juega" Tom Lehrer 

"El camino hacia la felicidad: Manten tu corazón 
libre de odio, tu mente de preocupaciones.
Vive simplemente, espera poco, dar mucho.
Dispersión sol, olvidarte de ti mismo, piensar en otros.
Intenta esto durante una semana y te sorprenderás"
Norman Vincent Peale 

"La opinión convencional es la ruina de nuestras almas" Rumi

“La vida es como las teclas del piano, las blancas son los momentos felices, las negras los momentos difíciles, pero juntos tocan la mejor melodía: la vida”

Sunday, September 20, 2015

¿Por qué la gente grita?

¿Por qué la gente grita?

Un día un maestro preguntó a sus discípulos lo siguiente:

¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?
Los discípulos pensaron unos momentos:

Porque perdemos la calma, dijeron.

Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?,

preguntó el maestro. ¿No es posible hablarle en voz baja? 

¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?

Los discípulos dieron algunas otras respuestas pero 

ninguna de ellas satisfacía al maestro.

Finalmente él explicó:
Cuando dos personas están enojadas, sus  corazones se alejan mucho.

Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse.

Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar 

para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

Luego el maestro preguntó:
¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?

Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, 

¿por qué? Porque sus corazones están muy cerca.

La distancia entre ellos es muy pequeña. 

El maestro continuó:
Cuando se enamoran aún más, ¿qué sucede? No hablan,

sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. 

Finalmente, no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran 

y eso es todo. Así es cuando están cerca dos personas que se aman.

Luego el maestro dijo:

Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, 

no digan palabras que los distancien más, porque llegará 

un día en que la distancia sea tan grande, que

no encontrarán el camino de regreso


"Gritar demuestra que la situacion esta completamente fuera de tus manos"

"Cuando olvidamos cuan fuerte habla el silencio recurrimos a gritar" 

"Gritar no resuelve nada, si, lo complica todo"



Tuesday, September 15, 2015

El corazón perfecto


Un día un hombre joven se situó en el centro de 
un poblado y proclamó que él poseía el 
corazón más hermoso de toda la comarca.

Una gran multitud se congregó a su alrededor
 y todos admiraron y confirmaron que su corazón
 era perfecto, pues no se observaban en el ni máculas ni rasguños.

Sí, coincidieron todos que era el corazón
 más hermoso que hubieran visto.
Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún,
 y con mayor fervor aseguró poseer el
 corazón más hermoso de todo el vasto lugar .

De pronto un anciano se acercó y dijo:
 "Perdona mi atrevimiento, pero, por qué dices eso, 
si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, 
tan hermoso como el mío, o el de tantas otras personas ?"

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el 
corazón del viejo y vieron que, si bien latía 
vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices 
y hasta había zonas donde faltaban trozos y 
éstos habían sido reemplazados por otros que 
no encastraban perfectamente en el lugar,
 pues se veían bordes y aristas irregulares 
en su derredor. Es más, había lugares con huecos, 
donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió ¿como
 puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron 

El joven contempló el corazón del anciano y 
al ver su estado desgarbado, se echó a reír.

 "Debes estar bromeando," dijo.
Compara tu corazón con el mío.
El mío es perfecto.
 En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."

"Es cierto, dijo el anciano, tu corazón luce perfecto,
 pero yo jamás me involucraría contigo

Mira, cada cicatriz representa una persona 
a la cual entregué todo mi amor.
Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a
 cada uno de aquellos que he amado. 

Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo 
del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto.
 Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes 
por los cuales me alegro, porque al 
poseer los me recuerdan el amor que hemos compartido."

"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un
 trozo de mi corazón a alguien, pero esa 
persona no me ofreció un poco del suyo a cambio.
De ahí quedaron los huecos, dar amor es arriesgar,
 pero a pesar del dolor que esas heridas me 
producen al haber quedado abiertas,
 me recuerdan que los sigo amando y alimentan 
la esperanza, que algún día -tal vez- regresen 
y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."

 "¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían
 por sus mejillas. Se acercó al anciano,
 arrancó un trozo de su hermoso y 
joven corazón y se lo ofreció.

El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, 
luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y 
maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. 
La pieza se amoldó, pero no a la perfección.

Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.
El joven miró su corazón que ya no era perfecto,
 pero lucía mucho más hermoso que antes,
 porque el amor del anciano fluía en su interior.
Sí, en verdad ahora, puedo ver lo hermoso 
que es tu corazón.Y tu corazón,
 ¿cuántas cicatrices tiene?  Anónimo
Que nunca te abandonen el amor y la verdad:
llévalos siempre alrededor de tu cuello
y escríbelos en el libro de tu corazón.
Contarás con el favor de Dios
y tendrás buena fama entre la gente.
Proverbios 3:3-4

Friday, September 11, 2015

Frases Bonitas:Imágenes con Frases 31º

"Un corazón grande se llena con poco" Antonio Porchia
"Si quieres que la luz entre a tu vida, tienes que estar
donde este brillando" Guy Finley
"Aprende a plantar tu propio jardin y decorar tu alma, en lugar de 
esperar a que alguien te traiga flores" Jorge Luis Borges
"Yo hago lo que tu no puedes, y tu haces lo que yo no puedo. Juntos
podemos hacer grandes cosas" Madre Teresa de Calcuta
Pido pues a mi orgullo que siempre vaya del brazo de mi
 cordura y cuando me abandone 
mi cordura, pues le gusta alzar el vuelo,
 que mi orgullo vuele siquiera del lado de la locura.
Friedrich Nietzsche

Thursday, September 3, 2015

El boyero, y el ternero perdido



Un boyero que apacentaba un hato de bueyes
 perdió un ternero. Lo buscó, recorriendo
los alrededores sin encontrarlo. 


 Entonces prometió a 
Zeus sacrificar un cabrito si 
descubría quien se lo había robado.

Entró de inmediato al bosque y vio a un león
 comiéndose al ternero. Levantó 
aterrado las manos al cielo gritando:

¡Oh grandioso Zeus, antes te prometí inmolarte 
un cabrito si encontraba al ladrón; pero ahora 
te prometo sacrificar un toro si consigo
 no caer en las garras del ladrón!  anónimo 


Moraleja
Cuando busques la solución, 
a un problema ten presente que 
 ésta a su vez puede convertirse en el siguiente problema.