Friday, July 7, 2017

Perdonar es recordar sin sufrir

¿Perdonar es igual a olvidar? Perdonar es recordar sin sufrir 

Perdonar significa renunciar a la venganza. Perdonar es abandonar o eliminar un sentimiento adverso contra el hermano


En distintas situaciones de la vida, sufrimos ofensas, decepciones, tristezas o dolor provocados por otras personas. Esas sensaciones suelen ser difíciles de sobrellevar y aceptar. En ocasiones nos encerramos en ellas, y en otras, renunciamos al orgullo y buscamos la paz. 


Ante esto, surge la pregunta si perdonar es lo mismo que olvidar. El padre Sebastián García, de la Congregación Sagrado Corazón de Jesús en Capital Federal, dialogó con Radio María y reflexionó al respecto.


El Padre Sebastián indicó lo siguiente:


Hay tres dimensiones a considerar. 
La primera es que perdonar no es igual a olvidar. 
La segunda es tratar de no responder de la misma manera con el mal que me causaron. 
La tercera, es mirar la historia y dar gracias por las ofensas que sufrí, porque esconden un sentido redentor. 


El desafío al que nos invita Jesús es el de vivir reconciliados. En primer lugar, perdonar significa renunciar a la venganza. Es no devolver al mal que me han causado con otro mal mayor.


Que una persona perdone de corazón no significa que vaya a
 olvidar el daño causado. Cuando vemos situaciones de personas 
que nos han herido o lastimado, es muy difícil olvidar, 
pero la no capacidad de olvido no hace imposible el perdón, sino al contrario.
 Con esa herida en el corazón y en el alma, puedo ofrecer
 una primera instancia de perdón
Ante el recuerdo doloroso, está la opción de perdonar

Muchas veces no nos vamos a olvidar del mal que nos causaron
 o que causamos, pero podemos perdonar, que es la
 capacidad de recrear un vínculo y renunciar a pagar el mal con el mal.

Desde la mirada creyente, esas situaciones en que me han
 ofendido o lastimado son ocasión y posibilidad de nueva vida.
Yo le puedo dar gracias a Dios por las heridas de mi vida, por 
esta posibilidad de nueva vida, de ver desde una nueva perspectiva.

Si uno lee el Evangelio, ve que Jesús sufre las opresiones
 y las carga en su propia cruz. Si uno lo ve fríamente, 
perdonar no sirve. Pero si lo ves de una perspectiva de fe,
perdonar es el acto en el que más nos asemejamos a Dios.

Nos hacemos más seres humanos y cristianos en la medida
 en que más perdonamos. A veces tenemos que perdonarnos
 a nosotros mismos, porque Dios perdona todo.

¿Quién sufre: el que odia o el que es odiado?

El Padre Ignacio Larrañaga nos dejó una meditación sobre el 
perdón que vale la pena dejar como aporte en este espacio:
Pocas veces somos ofendidos; muchas veces nos sentimos ofendidos.
Perdonar es abandonar o eliminar un sentimiento adverso contra el hermano.

¿Quién sufre: el que odia o el que es odiado? 

El que es odiado vive feliz, generalmente, en su mundo. 
El que cultiva el rencor se parece a aquel que agarra una
 brasa ardiente o al que atiza una llama.
 Pareciera que la llama quemara al enemigo; pero no, se quema uno mismo.

El resentimiento solo destruye al resentido.

El amor propio es ciego y suicida: prefiere la satisfacción de la venganza
 al alivio del perdón. Pero es locura odiar: es como almacenar veneno en las entrañas.

El rencoroso vive en una eterna agonía.

No hay en el mundo fruta más sabrosa que la sensación de descanso 
y alivio que se siente al perdonar, así como no hay fatiga mas
 desagradable que la que produce el rencor. 
Vale la pena perdonar, así como no hay fatiga más desagradable 
que la que produce el rencor. Vale la pena perdonar, 
aunque sea solo por interés, 
porque no hay terapia mas liberadora que el perdón.


No es necesario pedir perdón o perdonar con palabras. 
Muchas veces basta un saludo, una mirada benevolente, 
una aproximación, una conversación. Son los mejores signos de perdón.


A veces sucede esto: la gente perdona y siente el perdón;
 pero después de un tiempo, renace la aversión.
 No asustarse. Una herida profunda necesita muchas curaciones.
 Vuelve a perdonar una y otra vez hasta que la herida quede curada por completo.

Padre Ignacio Larrañaga

Thursday, July 6, 2017

La Sentencia



Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un “chivo expiatorio”, para encubrir al culpable.


El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas esperanzas de escapar al terrible veredicto: ¡La horca! El juez, también comprado, cuidó no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: “Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de él tu destino: Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras ‘culpable’ e ‘inocente’.


Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino”. Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: ‘CULPABLE’. Y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa.


No había escapatoria.


El juez ordenó al hombre tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca, lo tragó rápidamente.

Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon,

“pero, ¿qué hizo? ¿y ahora?, ¿cómo vamos a saber el veredicto?”

“Es muy sencillo, respondió el hombre… es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué” Con un gran coraje disimulado, tuvieron que liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo

REFLEXIÓN

Por más difícil que se nos presente una situación, nunca dejemos de buscar la salida, ni de luchar hasta el último momento.

Muchas veces creemos que los problemas no tienen solución y nos resignamos a perder y no luchar, olvidando aquellas palabras que dicen: “Lo que es imposible para el ser humano, es posible para Dios”

No temas, Dios te concederá la estrategia que te conduzca a tu libertad.



Tuesday, July 4, 2017

La luna no se puede robar


Ryokan, un maestro zen, vivía de la forma más sen­cilla posible 
en una pequeña choza al pie de una monta­ña.
 Cierto día, por la tarde, estando él ausente,
un ladrón se introdujo en el interior de la cabaña, 
solo para des­cubrir que no había allí nada que pudiese ser robado.

Ryokan, que regresaba entonces, se encontró, con el ladrón en su casa.

"Debes haber hecho un largo viaje para venir a visitarme", le dijo, 
"y no sería justo que volvieras con las manos vacías. 
Por favor, acepta mis ropas como un regalo"

El ladrón estaba perplejo, pero al fin cogió las ropas y se marchó.
Ryokan se sentó en el suelo, desnudo,
 contem­plando la luna a través de la ventana.

"Pobre her­mano" 
 se decía.
 "Ojalá pudiese haberle dado esta maravillosa luna"

Cuento zen

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Wednesday, June 28, 2017

EL CUENTO DE MI VIDA Frida Kahlo





Fuente: Wasabi. es


Frida entra en el mundo.

Para la pequeña Frida el mundo es México.

Su casa azul está en la ciudad de Coyoacán.

El padre de Frida es pintor y también fotógrafo.

Le enseña a utilizar el pincel.

La madre de Frida cuida de sus seis hijas. A menudo está cansada.

Y, a menudo, Frida se siente sola aunque tiene hermanas.

Entra al escenario la amiga imaginaria de Frida, de nombre también Frida

 juegan juntas.

Un día Frida se pone muy enferma. Permanece en cama durante meses. Le pasa algo en una pierna. Ni siquiera su amiga imaginaria puede animarla.

Y es entonces cuando Frida aprende sola a dibujar. Dibujar le ayuda a librarse de la tristeza.

Cuando Frida se recupera sigue queriendo pintar. Así crea cuadritos pequeños, que son copias de otros cuadros.

Pintar sobre fotografías es lo que hace su padre para ganarse la vida. Y enseña a su hija a hacer lo mismo.

Frida dibuja también lo que ve a
 través del microscopio. Le gusta mucho ver las cosas muy de cerca.

En el colegio Frida estudia ciencias, y se aburre. El colegio le parece demasiado fácil.

Un día, Frida vuelve del colegio en autobús.

Ocurre un terrible accidente. Un trolebús choca con el autobús. Frida está muy grave.

En el hospital, la pintura es, otra vez su salvación. Es como su amiga imaginaria. Está con ella siempre que lo desea. Le hace compañía. Y le ayuda a no perder la esperanza.

Despues del accidente, la vida para Frida ya nunca volverá a ser la misma. Tiene que apoyarse en un bastón para caminar... cuando puede caminar, su cuerpo dolerá para siempre...

Pero Frida nunca llora ni se queja. En vez de llorar, se pinta a sí misma llorando.

Cuando la escayolan desde el cuello hasta el vientre, sigue pintando sobre la escayola.

Nada le impide a Frida pintar. Como está mucho tiempo sola, incapaz de salir de su casa, tiene que usar su imaginación.

Monday, June 26, 2017

POEMA PARA LAS LÁGRIMAS

http://misimagenesparatublog.blogspot.com/


Corno cuando se abrieron por tus sueños mis párpados,
rota y cansadamente, acoge mi partida.

Como si me tuvieras nadando entre tus brazos,
donde las aguas corren dementes y perdidas.

Igual que cuando amaste mis ensueños inútiles,
apasionadamente, despídeme en la orilla...

Me voy como vinieron a tus vuelos mis pájaros,
callada y mansamente, a reposar heridas.

Ya nada más detiene mis ojos en la nube...
Se alzaron por alzarte, y ¡qué inmensa caída!

Sobre mi pecho saltan cadáveres de estrellas
que por ríos y por montes te robé, enternecida.

Todo fue mi universo unas olas volando,
y mi alma una vela conduciendo tu vida...

Todo fue mar de espumas por mi ingenuo horizonte...
Por tu vida fue todo, una duda escondida.

¡Y saber que mis sueños jamás solos salieron
por los prados azules a pintar margaritas!

¡Y sentir que no tuve otra voz que su espíritu!
¡Y pensar que yo nunca sonreí sin su risa!

¡Nada más! En mis dedos se suicidan las aves,
y mis pasos cansados ya no nacen espigas.

Me voy como vinieron a tu techo mis cielos...
fatal y quedamente, a quedarme dormida...

Como el descanso tibio del más simple crepúsculo,
naturalmente trágico, magistralmente herida.

Adiós. Rézame versos en las noches muy largas..
En mi pecho sin lumbre ya no cabe la vida...
Julia de Burgos


Sunday, June 25, 2017

Mentira



De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes. Jules Renard 

"Ocultar la verdad es la forma más sutil de mentir"

"Mejor llorar por escuchar la VERDAD, que sonreír engañado por las mentiras"

"El que miente, nunca cambia. Sólo mejora su estrategia"

"Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver"
Proverbio judío

"Las mentiras más crueles son dichas en silencio"

La mentira nunca vive hasta llegar a vieja. Sócrates

"La mentira y la verdad no pueden vivir en paz"

"El que miente una vez, miente siempre"

"El respeto por nosotros mismos y por nuestros valores debe anteponerse 
a cualquier temor o deseo de agradar" Dr. Walter Riso

"Una forma muy común de  falta de respeto es la desconfianza y
suele pasar inadvertida" Walter Riso

" Quien quiere mentir, engaña y el que quiere engañar, miente"  Mateo Alemán

"El mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído"  Baltasar Gracián

"Cuando engañas una persona, no es porque sea tonta ni boba, es porque confiaba en ti más de lo que te mereces"

"No hay mentira más perjudicial que la verdad disfrazada"

"Cuando te mienten no sólo te esconden la verdad, pero tambien te  demuestran  la cobardía"

A la larga todo se sabe.


De mentir, la mentira 
Es  común, como tan fácil y como tan vergonzoso  Se puede observar
 con frecuencia Y a pesar de ser  una practica que no trae  
beneficio, aunque bien depende
 de las intenciones, motivos, hacia quien o por que son dirigidas. 
 No debe ser motivo de  orgullo. No  DEBE.

 Y yo estoy clara  que  si busco en mi memoria por ahí asoma
el recuerdo de aquella vez que fue necesario mentir. 
"Una mentira piadosa", así le decía. La justificación para no sentir pesar.

En realidad la mentira en algún momento dado puede ser útil, 
apremiante, ineludible, la exculpación la hace objetiva.
No obstante todas las mentiras salen a la luz, con el tiempo 
todo se sabe independiente del subterfugio.
 De mas esta mencionar la decepción y el 
dolor que derivan. Destruyen la confianza y provocan desilusión.

Algunos lo hacen una y otra vez , hay quien de tanto hacerlo
llegan a creérselo  como cierto, suene tal vez irónico.
Es incómodo y difícil creer en quien ya te ha mentido,porque 
pierde credulidad Y Llega el momento que uno dice
 basta ya, jura que no vuelve a fiarse.

Pero eso es una mentira mas, siempre hay oportunidades,
 claro si  esa otra persona es importante para ti,  
Entonces  encima sentimos lastima
y claro hay que darle el beneficio de la duda. Pero con cautela.
 De  poco a poco y día a día.  Es a prueba.
 Aferrarnos,  convencernos que hemos estado equivocados.

Sin embargo  no se puede ir con la armadura de la desconfianza siempre.
Aunque a la larga  llega el momento que un solo gesto activa esa señal de  alerta
que pueda encausar la ruta  de acción.  
A todo esto entender  que volver a confiar se da con el tiempo, 
y hay que tener paciencia y perseverancia, 
es un proceso gradual y lento, si es que se logra recuperar. 

Y mas importante,  comprender  que hay que perdonar
 para poder segur adelante, y perdonar porque que estas listo para volver 
a intentarlo sin renunciar a tu amor propio, a tu esencia y a tu paz.
Y si no es a la altura de las expectativas, tomar acción correctiva y
re-dirigir esfuerzos.
Porque en vano ningun esfuerzo va a ser. 
©eмđρeи.вłøgšρøт.com  


CUENTO
El árbol de la mentira

La Verdad y la Mentira se pusieron a vivir juntas una vez y, pasado cierto tiempo,
 la Mentira, que es muy inquieta, le propuso a la Verdad que plantaran un árbol,
 para que les diese fruta y poder disfrutar de su sombra en los días más calurosos.

 La Verdad, que no tiene doblez y se conforma con poco, aceptó la propuesta.

Cuando el árbol estuvo plantado y empezó a crecer frondoso,
 la Mentira propuso a la Verdad que se lo repartieran entre las dos, 
cosa que agradó a la Verdad. 

La Mentira, dándole a entender con razonamientos muy bellos y
 bien construidos que la raíz mantiene al árbol, le da vida y, 
por ello, es la mejor parte y la de mayor provecho, aconsejó a la
 Verdad que se quedara con las raíces, que viven bajo tierra, 

En tanto, ella se contentaría con las ramitas que aún habían de salir y 
vivir por encima de la tierra, lo que sería un gran peligro,
 pues estarían a merced de los hombres que podrían 
cortarlas o pisarlas, cosa que también podrían hacer los animales y las aves. 

Además, le dijo que los grandes calores 
podrían secarlas, y quemarlas los grandes fríos; por el 
contrario, las raíces no estarían expuestas a estos peligros.

Al oír la Verdad todas estas razones, como es bastante 
crédula, muy confiada y no tiene malicia alguna, se dejó 
convencer por su compañera la Mentira; creyò que era verdad 
lo que le decía.

La Verdad se metió bajo tierra para vivir, pues allí estaban las raíces,
 que ella había elegido, y la Mentira permaneció encima de la tierra, 
con los hombres y los demás seres vivos. 

Y como la Mentira es muy lisonjera, en poco tiempo se ganó la admiración
 de la gente, porque su árbol comenzó a crecer y a echar
 grandes ramas y hojas que daban fresca 
sombra; también nacieron en el árbol flores muy hermosas, 
de muchos colores.

Al ver un árbol tan hermoso, muchas personas empezaron a reunirse
 junto a él muy contentas; gozaban de su sombra y de sus flores;
 la mayoría de la gente permanecía allí,
e incluso quienes vivían lejos se recomendaban el árbol de la 
Mentira por su alegría, sosiego y sombra fresca.

Así,la Mentira se sentía muy honrada y 
era muy considerada por quienes buscaban siempre su compañía: 
al que menos se acercaba a ella y menos sabía de sus artes,
 todos lo despreciaban, 
e incluso él mismo se descalificaba.

Mientras esto le ocurría a la Mentira, que se sentía muy feliz, la triste y 
despreciada Verdad estaba escondida bajo la tierra, 
sin que nadie supiera de ella ni quisiera ir a
buscarla. Viendo la Verdad que no tenía con qué alimentarse, 
sino con las raíces de aquel árbol que la Mentira le aconsejó tomar como suyas,
 y a falta de otro alimento, se puso a
 roer y a cortar para su sustento las raíces del árbol de la Mentira

Aunque el árbol tenía ramas gruesas, hojas muy anchas que daban mucha
 sombra y flores de colores muy alegres, antes de que llegase a dar su fruto fueron cortadas todas sus raíces, pues tuvo que comérselas la Verdad.

Cuando las raíces desaparecieron, la Mentira estaba a la sombra de su árbol 
con todas las personas que aprendían sus artimañas, 
se levantó viento y movió el árbol que, como no tenía raíces, muy fácilmente cayó derribado sobre la Mentira, a la que hirió y quebró muchos huesos,
 así como a sus acompañantes, 
quienes resultaron malheridos.

Entonces, por el vacío que había dejado el tronco, salió la Verdad, 
que estaba escondida, y cuando llegó a la superficie vio que 
la Mentira y todos los que la acompañaban estaban muy maltrechos. 
Habían recibido gran daño por haber seguido el 
camino de la Mentira.

La Mentira tiene ramas muy grandes y sus flores, que son sus palabras, 
pensamientos o halagos, son muy agradables y gustan mucho,
 pero son efímeros y nunca llegan a
dar buenos frutos. A quienes usen de los halagos y engaños de la mentira, 
evítalos cuanto puedas, porque cuando se encuentren más 
confiados, les sucederá como al árbol de la Mentira y a quienes se cobijaron bajo él.

Aunque muchas veces en nuestros tiempos la verdad sea 
menospreciada, abrazate a ella. La verdad siempre te hará libre.
Desconocido


Friday, June 23, 2017

La luz es como el agua

https://media.giphy.com/

En Navidad los niños volvieron a pedir un bote de remos.

De acuerdo, dijo el papá, lo compraremos cuando volvamos a Cartagena.

Totó, de nueve años, y Joel, de siete, estaban más decididos de lo que sus padres creían.

No -dijeron a coro, Nos hace falta ahora y aquí.

-Para empezar -dijo la madre, aquí no hay más aguas navegables que la que sale de la ducha.

Tanto ella como el esposo tenían razón. En la casa de Cartagena de Indias había un patio con un muelle sobre la bahía, y un refugio para dos yates grandes. En cambio aquí en Madrid vivían apretados en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. Pero al final ni él ni ella pudieron negarse, porque les habían prometido un bote de remos con su sextante y su brújula si se ganaban el laurel del tercer año de primaria, y se lo habían ganado. Así que el papá compró todo sin decirle nada a su esposa, que era la más reacia a pagar deudas de juego. Era un precioso bote de aluminio con un hilo dorado en la línea de flotación.
El bote está en el garaje -reveló el papá en el almuerzo. El problema es que no hay cómo subirlo ni por el ascensor ni por la escalera, y en el garaje no hay más espacio disponible.

Sin embargo, la tarde del sábado siguiente los niños invitaron a sus condiscípulos para subir el bote por las escaleras, y lograron llevarlo hasta el cuarto de servicio.

Felicitaciones, les dijo el papá ¿ahora qué?

Ahora nada -dijeron los niños, Lo único que queríamos era tener el bote en el cuarto, y ya está.

La noche del miércoles, como todos los miércoles, los padres se fueron al cine. Los niños, dueños y señores de la casa, cerraron puertas y ventanas, y rompieron la bombilla encendida de una lámpara de la sala. Un chorro de luz dorada y fresca como el agua empezó a salir de la bombilla rota, y lo dejaron correr hasta que el nivel llego a cuatro palmos. Entonces cortaron la corriente, sacaron el bote, y navegaron a placer por entre las islas de la casa.

Esta aventura fabulosa fue el resultado de una ligereza mía cuando participaba en un seminario sobre la poesía de los utensilios domésticos. Totó me preguntó cómo era que la luz se encendía con sólo apretar un botón, y yo no tuve el valor de pensarlo dos veces.

La luz es como el agua, le contesté: uno abre el grifo, y sale.

De modo que siguieron navegando los miércoles en la noche, aprendiendo el manejo del sextante y la brújula, hasta que los padres regresaban del cine y los encontraban dormidos como ángeles de tierra firme. Meses después, ansiosos de ir más lejos, pidieron un equipo de pesca submarina. Con todo: máscaras, aletas, tanques y escopetas de aire comprimido.

Está mal que tengan en el cuarto de servicio un bote de remos que no les sirve para nada -dijo el padre-. Pero está peor que quieran tener además equipos de buceo.

¿Y si nos ganamos la gardenia de oro del primer semestre? -dijo Joel.

-No -dijo la madre, asustada-. Ya no más.

El padre le reprochó su intransigencia.

Es que estos niños no se ganan ni un clavo por cumplir con su deber -dijo ella-, pero por un capricho son capaces de ganarse hasta la silla del maestro.

Los padres no dijeron al fin ni que sí ni que no. Pero Totó y Joel, que habían sido los últimos en los dos años anteriores, se ganaron en julio las dos gardenias de oro y el reconocimiento público del rector. Esa misma tarde, sin que hubieran vuelto a pedirlos, encontraron en el dormitorio los equipos de buzos en su empaque original. De modo que el miércoles siguiente, mientras los padres veían El último tango en París, llenaron el apartamento hasta la altura de dos brazas, bucearon como tiburones mansos por debajo de los muebles y las camas, y rescataron del fondo de la luz las cosas que durante años se habían perdido en la oscuridad. 

En la premiación final los hermanos fueron aclamados como ejemplo para la escuela, y les dieron diplomas de excelencia. Esta vez no tuvieron que pedir nada, porque los padres les preguntaron qué querían. Ellos fueron tan razonables, que sólo quisieron una fiesta en casa para agasajar a los compañeros de curso.

El papá, a solas con su mujer, estaba radiante. 

Es una prueba de madurez -dijo. 

Dios te oiga -dijo la madre. 

El miércoles siguiente, mientras los padres veían La Batalla de Argel , la gente que pasó por la Castellana vio una cascada de luz que caía de un viejo edificio escondido entre los árboles. Salía por los balcones, se derramaba a raudales por la fachada, y se encauzó por la gran avenida en un torrente dorado que iluminó la ciudad hasta el Guadarrama.

Llamados de urgencia, los bomberos forzaron la puerta del quinto piso, y encontraron la casa rebosada de luz hasta el techo. El sofá y los sillones forrados en piel de leopardo flotaban en la sala a distintos niveles, entre las botellas del bar y el piano de cola y su mantón de Manila que aleteaba a media agua como una mantarraya de oro. Los utensilios domésticos, en la plenitud de su poesía, volaban con sus propias alas por el cielo de la cocina. Los instrumentos de la banda de guerra, que los niños usaban para bailar, flotaban al garete entre los peces de colores liberados de la pecera de mamá, que eran los únicos que flotaban vivos y felices en la vasta ciénaga iluminada. En el cuarto de baño flotaban los cepillos de dientes de todos, los preservativos de papá, los pomos de cremas y la dentadura de repuesto de mamá, y el televisor de la alcoba principal flotaba de costado, todavía encendido en el último episodio de la película de media noche prohibida para niños.

Al final del corredor, flotando entre dos aguas, Totó estaba sentado en la popa del bote, aferrado a los remos y con la máscara puesta, buscando el faro del puerto hasta donde le alcanzó el aire de los tanques, y Joel flotaba en la proa buscando todavía la altura de la estrella polar con el sextante, y flotaban por toda la casa sus treinta y siete compañeros de clase, eternizados en el instante de hacer pipí en la maceta de geranios, de cantar el himno de la escuela con la letra cambiada por versos de burla contra el rector, de beberse a escondidas un vaso de brandy de la botella de papá. Pues habían abierto tantas luces al mismo tiempo que la casa se había rebosado, y todo el cuarto año elemental de la escuela de San Julián el Hospitalario se había ahogado en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. En Madrid de España, una ciudad remota de veranos ardientes y vientos helados, sin mar ni río, y cuyos aborígenes de tierra firme nunca fueron maestros en la ciencia de navegar en la luz

Gabriel García Márquez

Wednesday, June 21, 2017

Apariencias 2º +5 Imágenes con frases


"Aparentar tiene más letras que ser"
Karl Kraus 

"Las apariencias engañan a la mente pero no al corazón"

"A veces una buena apariencia puede ser tan engañosa
 como un lobo con piel de oveja"
"La apariencia no lo es todo, pero refleja mucho de tu personalidad"

"La verdad no hace tanto bien en el mundo como el 
daño que hacen sus apariencias" 
François de la Rochefoucauld

Monday, June 19, 2017

Las opiniones

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Un círculo de intelectuales se había formado alrededor de un maestro.
 Él no los había buscado, pero el grupo iba a visitarle cada tarde para meditar.

El sabio casi nunca hablaba. Era uno de esos mentores que consideran que
 la enseñanza más elocuente es el silencio y la vibración más pura 
y reveladora la de la quietud. Los iniciados, en cambio, parloteaban
 si cesar y se perdían en toda suerte de opiniones. 

Unos aseguraban que hay un principio trascendente y
otros lo negaban; unos insistían en que lo único fiable era la experiencia 
sensorial y otros en que solo lo era el universo de las ideas; 
unos señalaban la necesidad de indagar en la metafísica y
 otros en las distintas filosofías de la historia. 

Todos hablaban, aunque ninguno prestaba atención a los demás. 
Solo jugaban con las opiniones, los puntos de vista y las abstracciones. 
El sabio era muy paciente. Se preguntaba a qué venían esos
 hombres si sólo estaban interesados en sus entretenimientos intelectuales
y no tenían oídos para la genuina enseñanza.

Un día decidió reunirlos y les dijo:

Son como lavanderas. ¿Cómo lavanderas?

 preguntaron mirándose unos a otros extrañados, 
¿qué quiere decir con eso?

Ustedes saben, ya que dominan las palabras y su interpretación.

Pues no entendemos qué tenemos que ver nosotros con unas lavanderas.

Verán. La lavandera tiene mucha ropa, pero vienen los propietarios de la misma, 
se la llevan y se queda sin nada. Así son ustedes. 

Tienen un montón de opiniones tomadas de libros, escrituras, filósofos. 
Mas nada les pertenece. Estan vacíos. Son como lavanderas. Seguid especulando. No ganaréis ni un gramo de sabiduría con ello, aunque os divertiréis mucho.

Dice el Maestro:

Es necesario pasar de la comprensión intelectual a la intuitiva; de la teoría a la práctica.