Hace mucho tiempo un hombre joven caminaba
con su padre por un camino solitario, cuando se detuvieron en una curva
y
después de un pequeño
silencio su padre le preguntó:
Además del hermoso cantar de los pájaros, puedes escuchar algo más?
….el joven se quedó quieto unos segundos, cerró
los ojos,
agudizo los oídos y escuchó el sonido de una carreta.
Eso es, respondió el padre…. es una carreta vacía
...el joven levanto la mirada y le pregunto a su
padre:
Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?
Entonces el padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía,
por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido.
….Que
En la vida diaria podemos ver lo mismo en los demás y en nosotros mismos. Podemos
acordarnos de esta reflexión,
la reflexión de la carreta ya que las carretas
tienen algo en particular:
Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que
hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando noto una
persona
hablando demasiado, Interrumpiendo la conversación de todos,
siendo
inoportuna. Presumiendo de lo que tiene.
Sintiéndose prepotente y haciendo menos
a los demás
Me parece escuchar la voz de mi padre diciendo....
“Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido”
“Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido”
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