Reflexión De Dr. Walter Riso
¿Tiene sentido perseguir algo o a alguien que
ya ha escapado a tu control?
Se ha ido, ya no está, ya no quiere estar.
¿Para qué insistir? Hay cosas que te son imposibles,
no importa el deseo y la ganas que le pongas.
¿Qué pensarías de alguien que patalea y
se retorciera de rabia porque llueve?
¿No sería mejor sacar el paraguas que lloriquear
y protestar contra el mal tiempo?
Aprender a perder es la capacidad que tiene
una persona para discernir qué depende de uno
y qué no, cuándo insistir y cuándo dejarse llevar
por los hechos. No tiene mucho sentido convencer
a alguien de que te quiera (el amor no sigue ese camino),
pero sí puedes despejar tu mente para dejar entrar
a una persona que se sienta feliz de amarte.
Es mejor que emplees cada gota de energía y sudor
en sanar tu alma que invertirla en lamentarte por
lo que podría haber sido y no fue.
Los que se quieren a sí mismos emplean esta
frase afirmativa y orgullosa, saludable a fin de cuentas:
Si alguien no me quiere, no sabe lo que se pierde.
Como consuelo, he conocido infinidad de personas que
fueron abandonadas y con el tiempo terminaron
agradeciendo la ruptura porque encontraron
a alguien mejor para ellos.
Piensa en los amores que han pasado por tu vida,
en lo que representaron en su momento,
en aquella adolescencia ciega y frenética de amor
y míralo ahora con a perspectiva que dan los años.
¿Te provocan algún impulso irrefrenable,
algún sentimiento desbordado: te agitan,
te mueven, te angustian? No, ¿verdad?
La memoria emocional ha dado paso a una memoria más
conceptual, fría y adaptativa. Muchos de esos recuerdos
no pasan de ser una anécdota, elementos de
tu historia personal y parte de tu currículum
vítae afectivo. ¡Y habrías hecho cualquier cosa
para mantener esas relaciones! En su momento,
pensabas y sentías que morirías en cada adiós
o por cada amor no correspondido,
pero actualmente no te hacen ni cosquillas.
Pues lo mismo ocurrirá con la persona que hoy ha
dejado de amarte: será un recuerdo más,
cada vez más aséptico y distante.
A medida que el tiempo transcurra y
empieces a vivir tu vida, llegará la calma.
No existen fármacos para este tipo de dolor,
no hay una píldora para el día después o
los seis meses posteriores, que es lo que más o
menos dura un duelo.
Hay que soportarlo y resistir, como si se tratara
de un combate de boxeo: hoy le ganas un "round"
al sufrimiento y mañana te lo gana él.
Lo único que debe preocuparte es no
perder por "knockout", porque si aguantas,
aunque te desplomes sobre la lona una y
otra vez, te aseguro que ganarás por puntos.
obedece a nuestra intención"Lloyd Strom
"No puedes enseñar lo que no sabes.
No puedes dar lo que no tienes.
No puedes perdonar lo que no hay que olvidar.
Pero si puedes amar incluso si tu no estás
siendo amado nuevamente" anónimo
"El Amor nunca se pierde.
Si no es correspondido fluye
hacia atrás y suaviza y purifica el
corazón" Washington Irving
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