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Mantenía su mirada fija en el camino, seguía pensativa y por
instantes asomaba la indecisión que amenazaba con
arruinar todo lo que había avanzado en su desición.
Aun así se persuadía a sí misma porque estaba convencida
de que era lo indicado, por ella y por su bienestar.
Alejarse una temporada.
instantes asomaba la indecisión que amenazaba con
arruinar todo lo que había avanzado en su desición.
Aun así se persuadía a sí misma porque estaba convencida
de que era lo indicado, por ella y por su bienestar.
Alejarse una temporada.
En ese momento ya era una prioridad, tomarse esos
días de descanso, que llevaba ya mucho tiempo planificando.
Pero en los últimos meses dejaban de ser por mera diversión
ahora realmente era una necesidad.
Quería alejarse, despejarse y descansar.
Él conjunto de todas las situaciones sucedidas
en los últimos meses estaban robando su tranquilidad,
provocando inestabilidad y manteniendo su ánimo en un hilo
Había sido un periodo de muchas pruebas: de su fortaleza,
de su AMOR, de su capacidad de tolerancia, de su salud
y la confianza de quienes la rodeaban.
Por el lado personal había experimentado cambios que
añadían afán y desequilibrio. Alterando y causando grietas en los
lazos que la unían a tanto dolor. Fue más de una pérdida
y cada una había dejado un vacío grande. Pero
después de los acontecimientos
era mucho peor, no podía concebir cómo se desmoronaba
todo el entorno, nunca pensó que así se iba a sentir.
De golpe se convirtió en parte de esa evolución
que nunca anticipó y cuando se dio cuenta ya
estaba en ese periodo donde debía
reinventarse para seguir adelante.
Para disfrutar el privilegio de continuar la lucha.
Su propósito primordial consistía en
enfrentar los días con optimismo, serenamente.
Continuar la vida cotidiana y por todos los medios
evitar sentirse como un barco que se queda perdido
en medio del mar embravecido sin rumbo y sin brújula,
y que solo reacciona al furioso vaivén de las olas.
De súbito unas fuertes corrientes de brisa junto con
el calor que disminuía según caía la tarde
bañaban una hermosa puesta de sol que agudizaron y
estimularon sus sentidos.
La anticipación y el
ánimo se apoderaron de su pensamiento.
Se dejó envolver en el placer, y se aferró únicamente
a esa cándida emoción que le provocaba sumo bienestar.
Continuó transitando, envuelta en sus pensamientos
ya sin inquietud, Algunos caminos de oscuras nubes
y suaves lloviznas la confrontaban por ocasiones.
Pero la mayor parte del trayecto lo hizo con la complicidad
de un buen clima y mejor humor.
Los sonidos de la naturaleza la envolvían en serenidad.
La seducían y adormecían de tal manera que
le provocaron felicidad. Decidió encender el radio, sonaba
una melodía suave y agradable; se regaló ese instante
de sosiego y se entregó por completo a ese intenso placer.
Prosiguió con la certeza de haber procedido según su intuición.
ya advertía cómo iba logrando su objetivo,
Renovar las fuerzas para continuar. Maria Isabel єм∂ρєη
"Esta reflexión ha sido actualizada y republicada :
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