Friday, August 19, 2022
Fluir: Mihaly Robert Csikszentmihalyi,
Monday, August 15, 2022
Cuento con Moraleja: El Cojo y el Ciego
El Cojo y el Ciego
En un bosque cerca de la ciudad vivían dos vagabundos. Uno era ciego y otro cojo; durante el día entero en la ciudad competían el uno con el otro.
Pero una noche sus chozas se incendiaron porque todo el bosque ardió. El ciego podía escapar, pero no podía ver hacia donde correr, no podía ver hacia donde todavía no se había extendido el fuego. El cojo podía ver que aún existía la posibilidad de escapar, pero no podía salir corriendo el fuego era demasiado rápido, salvaje, así pues, lo único que podía ver con seguridad era que se acercaba el momento de la muerte.
Los dos se dieron cuenta que se necesitaban el uno al otro. El cojo tuvo una repentina claridad: «el otro hombre, el ciego, puede correr, y yo puedo ver». Olvidaron toda su competitividad.
En estos momentos críticos en los cuales ambos se enfrentaron a la muerte, necesariamente se olvidaron de toda estúpida enemistad, crearon una gran síntesis; se pusieron de acuerdo en que el hombre ciego cargaría al cojo sobre sus hombros y así funcionaria como un solo hombre, el cojo puede ver, y el ciego puede correr. Así salvaron sus vidas. Y por salvarse naturalmente la vida, se hicieron amigos; dejaron su antagonismo.
Tuesday, August 2, 2022
De la Maldad: Imágenes con Frases de la maldad & Cuento Corto
Cuento
En un pequeño pueblo en medio del
bosque y frente al mar, donde vivía un hombre sabio que salía del pueblo
cada mañana y por la noche regresaba para contar fantásticas historias a los
lugareños que lo escuchaban atentamente.
Cuando volvía el hombre sabio le preguntaban
insistentemente:
Cuéntanos, ¿Qué has visto hoy?
A lo que él respondía con su voz suave y pausada:
He visto a un fauno que tocaba una melodía hermosa con su
flauta y con ella obligaba a bailar en círculo a un grupo de silvanos.
Y qué más has visto? Preguntaban insistentemente los
aldeanos al hombre sabio.
He visto a 3 sirenas mientras me dirigía a la orilla del
mar, todas ellas eran criaturas hermosas que peinaban sus verdes cabellos con
un peine de oro.
Estas historias fascinaban a todos y cada uno de los habitantes del pueblo, desde niños hasta adultos e incluso a los viejos. Es por eso que todos los vecinos del pueblo lo apreciaban por encima de cualquier otro habitante. Una mañana el hombre que contaba historias salió de nuevo hacia el mar y vio a tres sirenas en el filo de las olas, que peinaban sus largos cabellos verdes con un peine de oro.
Asustado, el hombre se dirigió de nuevo hacia el bosque para regresar a casa, y allí vio con sus propios ojos a un fauno que tañía delicadamente su flauta y con sus sonidos hacía bailar a un grupo de silvanos que se encontraban con El. Cuando regresó al pueblo esa misma noche, todos los habitantes le preguntaron, como de costumbre, qué es lo que había visto, a lo que él contestó.
No he visto nada".