Wednesday, July 7, 2021

Soy perfecta tal como soy de Louise Hay


No soy demasiado ni demasiado poco. No tengo que demostrar quién soy a nadie ni a nada. He llegado a saber que soy la perfecta expresión de la Unidad de la Vida. En la Infinitud de la Vida he tenido muchas. Imagina que debes iniciar un largo viaje con una persona. Se trata de un trayecto que puede durar décadas y en el que estaréis obligados además a resolver múltiples desafíos. Uno de los primeros objetivos podría ser llevarte bien con ese compañero; hacer uso de la comprensión, del respeto y de una voz compasiva con la que facilitar el trato cotidiano para alcanzar acuerdos.


Esta pequeña metáfora nos sirve para situarnos en un escenario muy concreto: el de nuestro propio interior. Cada persona emprende, desde que llega al mundo, un viaje vital donde no siempre actúa para sí mismo como un buen copiloto, ese capaz de facilitar las cosas. En ocasiones, casi sin darnos cuenta, activamos esa voz crítica y desgastante con la que nos convertirnos en nuestros peores enemigos.


No podemos abandonarnos en la siguiente parada y acoger otro compañero de viaje, porque estamos solos, porque somos todo lo que tenemos y no siempre somos capaces de activar ese maravilloso potencial humano que nos viene de fábrica. Se nos olvida amarnos, se nos olvida cuidarnos, escucharnos y facilitar esa auto convivencia donde disfrutar de cada pequeño instante de nuestro ciclo vital.


La carencia en nuestro interior de una voz compasiva causa estragos y destruye autoestimas. Peor aún, nos resta impulso para ser felices y eso es algo que nadie merece. Hay diversas causas por las que uno activa de manera constante ese diálogo interno que todo lo opaca con su negatividad. Sin embargo, si somos capaces de detectar sus mecanismos y de hablarnos de manera más respetuosa, nuestra realidad dará un giro de 180º


Imagina que debes iniciar un largo viaje con una persona. Se trata de un trayecto que puede durar décadas y en el que estaréis obligados además a resolver múltiples desafíos. Uno de los primeros objetivos podría ser llevarte bien con ese compañero; hacer uso de la comprensión, del respeto y de una voz compasiva con la que facilitar el trato cotidiano para alcanzar acuerdos.


Esta pequeña metáfora nos sirve para situarnos en un escenario muy concreto: el de nuestro propio interior. Cada persona emprende, desde que llega al mundo, un viaje vital donde no siempre actúa para sí mismo como un buen copiloto, ese capaz de facilitar las cosas. En ocasiones, casi sin darnos cuenta, activamos esa voz crítica y desgastante con la que nos convertirnos en nuestros peores enemigos.


No podemos abandonarnos en la siguiente parada y acoger otro compañero de viaje, porque estamos solos, porque somos todo lo que tenemos y no siempre somos capaces de activar ese maravilloso potencial humano que nos viene de fábrica. Se nos olvida amarnos, se nos olvida cuidarnos, escucharnos y facilitar esa auto convivencia donde disfrutar de cada pequeño instante de nuestro ciclo vital.


La carencia en nuestro interior de una voz compasiva causa estragos y destruye autoestimas. Peor aún, nos resta impulso para ser felices y eso es algo que nadie merece. Hay diversas causas por las que uno activa de manera constante ese diálogo interno que todo lo opaca con su negatividad. Sin embargo, si somos capaces de detectar sus mecanismos y de hablarnos de manera más respetuosa, nuestra realidad dará un giro de 180º.


“Puedes buscar en todo el universo a alguien que merezca más tu amor y afecto que tú mismo, y esa persona no se encuentra en ningún lado. Tú mismo, tanto como cualquiera en todo el universo, merece tu amor y afecto”.


Buda, Puedes buscar en todo el universo a alguien que merezca más tu amor y afecto que tú mismo, y esa persona no se encuentra en ningún lado. Tú mismo, tanto como cualquiera en todo el universo, merece tu amor y afecto”.-Buda- cada una de ellas una expresión perfecta para aquella vida en particular. Estoy contenta de ser quien soy y lo que soy esta vez. No deseo ser como nadie más, porque no es esa la expresión que he elegido para esta vida. La próxima vez seré diferente. Soy perfecta tal como soy aquí y ahora. Soy suficiente. Soy una con la totalidad de la Vida. No tengo que luchar para ser mejor. Todo lo que necesito es amarme hoy más que ayer y tratarme a mí misma como a un ser profundamente amado. Al ser querida por mí misma, floreceré con un júbilo y una belleza que apenas si puedo empezar a vislumbrar. El amor es el alimento que necesitamos los seres humanos para realizar nuestra grandeza. Al aprender a amarme más a mí misma, aprendo a amar más a todo el mundo. Juntos alimentamos amorosamente un mundo cada vez más hermoso. Todos sanamos, y el planeta sana también. Con júbilo reconozco mi perfección y la perfección de la Vida. Y así es.


Amare a uno mismo es también abrirse y liberarse de ciertos condicionamientos y expectativas que otros han depositado en nosotros. No podemos permitir que nuestra vida transcurra en una especie de burbuja, debemos tratar de superar las ataduras, comprender que solo están en nuestra mente y empezar a conectar con personas o aficiones que no nos habíamos dado la oportunidad de conocer.


Amarse a uno mismo es, despojarnos de mascaras y convencionalismos. No debes agradar a todo el mundo: si te muestras tal como eres, muchos sabrán apreciar tu honestidad y gustarán de compartir buenos ratos. Cada uno de nosotros posee instintos y talentos naturales que pueden mejorarse si nos lo proponemos. Una de las claves para desarrollarnos como personas es realizarnos en base a actividades que nos supongan un reto divertido y apasionante. Tenemos que dejar fluir nuestra creatividad e ingenio para ser consientes del gran potencial que atesoramos.

Ver pasar los días sin salir de la rutina es una de las maneras de tener una autoestima nefasta. Hay que aprender a arriesgar, sea en el plano sentimental, laboral, o en cualquier otro. Arriesgar implica liberarse de muchos temores que acarreamos. Este punto es imprescindible para que nuestra fuerza interior despierte de una vez por todas y nos amemos cada vez




"Tómate un momento para apreciar lo increíble que eres"

Aprendí que las caídas eran lecciones
y que las 
inseguridades podían ser
mi mejor arma.

Soy feliz de ser como soy
Tal vez no soy perfecta,
Pero soy honesta y leal,
No trato de ser 
Lo que no soy
Ni pretendo impresionar 
A nadie
Simplemente soy yo


Si esperamos a ser perfectos
Para amarnos a nosotros mismos,
Perderíamos la vida entera. 
Ya somos perfectos aquí 

"No soy perfecta, pero Dios me hizo única y especial".

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