Todo pasa …
el tiempo se pone viejo y usa lentes y bastones para cruzar las avenidas del alma ,calles que van hacia todas partes con múltiples sentidos y paradas.
Todo pasa …
como la vida misma ,en un santiamén llevamos hebras de terciopelo acumulada en la piel ,y parte del cabello vestido de blanco sobre un rostro marcado por huellas de reir y llorar … y perpetuas cicatrices como condecoraciones a las heridas del alma.
Todo pasa …
cual tributo que se enciende mientras vivimos nuestra historia ,con la mirada retenida en los recuerdos ,hasta quedarnos solos … sujetando sueños con las manos … más frágiles y temblorosas cada vez … y con el corazón rugiendo a través de lentos y ya pocos latidos, luchando por seguir.
Todo pasa…
desde donde convergen el amor y el miedo ,el dolor y el odio ,la pena y sus motivos … todo pasa… y se ancla en un retazo del mundo ,que queda atrapado en un rincón del alma donde vive hasta su muerte.
Todo pasa …
entonces llega la serenidad …
y ya nada nos apura …
y esperamos tranquilos a que
pase la vida ..
porque sólo somos instantes…
hasta el día que nuestra vida se apaga.
Autora:Mirtha Milian
País: Estados Unidos
07 de abril 2023
Sunday, April 13, 2025
Friday, March 21, 2025
A partir de hoy
Imagen de pixabay.com
A partir de hoy y no de mañana, aceptaré la vida tal como se me presenta.
Dejaré de correr para poder disfrutar del camino…
Pensaré un poco menos en las cosas que me faltan, para darle valor a todo lo que tengo.
Trataré de no crearme falsas ilusiones, sobre todo, de esas que te llevan a un estado de melancolía.
Trataré de dar más amor sin pensar en recibir devoluciones….
Trataré de caminar lentamente, intentando disfrutar del tiempo que me queda...
Trataré de llenar mi corazón con las flores de la primavera y el sol de verano…
Trataré de aceptar la llegada del invierno, con la resignación que muestran los árboles en otoño. Ellos no se resisten a perder su follaje, porque confían en lo cíclico del tiempo.
Trataré de aceptar que la gente es como es, y nunca serán como a mí me gustaría, porque ese es su derecho…
No dejaré que el miedo me invada, y lucharé cuando mis fuerzas decaigan.
Disfrutaré de cada amanecer como si fuese el último, porque los días vividos no se repetirán jamás…
Volveré a decir lo que pienso, serenamente
Gritaré injusticias y pediré comprensión para mis actos
A partir de hoy, hare todo lo posible para tener paz en mi corazón...
Porque hoy tengo plena conciencia que la vida es bella y única…
Porque hoy estamos vivos.
Porque hoy es el principio del resto de mi vida,
A partir de hoy y no de mañana, aceptaré la vida tal como se me presenta. Correré y pensaré un poco menos.
Trataré de no crearme falsas ilusiones, las que me llevaron a un estado de melancolía.
Trataré de amar más a los que me aman, y un poco menos a los que no me aman. Comprenderé las razones de la vida, analizando cada hecho que se me presenta.
Trataré de caminar lentamente, antes de correr alocadamente... llenaré mi corazón (vacío y con llantos) con flores de primavera y sol de verano.
No dejaré que el miedo me invada, lucharé cuando mis fuerzas decaigan.
Volveré a caminar sola.
Volveré a pensar sola.
Gritaré injusticias, pediré comprensión para mis actos, sufriré por los vacíos que han calado mi vida, colocaré paz en mi corazón.
Me vestiré de mil colores, miraré las estrellas y diré con firmeza:
¡Adelante!
Y todo esto, a partir de hoy, no de mañana.
Y todo esto, a partir de hoy, no de mañana.
Créditos a quien corresponda.
Wednesday, February 26, 2025
La parábola del matrimonio"
Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
Nos amamos, empezó el joven.
Y nos vamos a casar dijo ella.
Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos. Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
Por favor repitieron, ¿hay algo que podamos hacer?, el viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
Hay algo, dijo el viejo después de una larga pausa. Pero no sé es una tarea muy difícil y sacrificada.
No importa dijeron los dos . Lo que sea ratificó Toro Bravo.
Bien dijo el brujo. Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena.
¿Comprendiste?.
La joven asintió en silencio
Y tú, Toro Bravo, siguió el brujo, deberás escalar la Montaña del Trueno; cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas y, solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta, ¡salgan ahora!.
Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur.
El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas.
Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo las aves cazadas.
Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.
¿Volaban alto?, preguntó el brujo.
Sí, sin duda. Como lo pediste.
¿Y ahora?, preguntó el joven, ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
¡No! dijo el viejo.
Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne, propuso la joven.
¡No! repitió el viejo. Harán lo que les digo:
Tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero.
Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros.
El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero solo consiguieron revolcarse en el piso.
Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.
¡Este es el conjuro!
¡Jamás olviden lo que han visto!. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro.
Si quieren que el amor entre ustedes perdure.
¡VUELEN JUNTOS PERO JAMÁS ATADOS!
Autor desconocido.
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