Tuesday, July 7, 2015

La Flor

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La flor

Había una joven muy rica que tenía de todo: un marido maravilloso,
hijos perfectos, un empleo que le daba muchísimo bien, una familia unida. 
Lo extraño es que ella no conseguía valorar todo eso. 

El trabajo y los quehaceres le ocupaban todo el tiempo
y su vida siempre estaba deficitaria en algún área.
Si el trabajo le consumía mucho tiempo, ella lo quitaba de los hijos, 
si surgían problemas, ella dejaba de lado al marido... 

Y así, las personas que ella amaba eran siempre dejadas
para después. Hasta que un día, su padre, un hombre muy sabio,
le dio un regalo: Una flor carísima y rarísima, de la cual 
sólo había un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo: 

"Hija, esta flor te va a ayudar mucho, más de lo que te imaginas.

Tan sólo tendrás que regar y podar de vez en cuando, 
y a veces conversar un poco con ella, y ella te dará a cambio
ese perfume maravilloso y esas maravillosas flores". 

La joven quedó muy emocionada. 

A fin de cuentas, la flor era de una belleza sin igual.

Pero el tiempo fue pasando, los problemas surgieron, 

el trabajo consumía todo su tiempo, y su vida, que 
continuaba confusa, no le permitía cuidar de la flor.
Ella llegaba a casa, miraba la flor y las flores todavía estaban
allá, no mostraban señal de flaqueza o muerte, apenas 
estaban allá, lindas, perfumadas. Entonces ella pasaba de largo.

Hasta que un día, sin más ni más, la flor murió. 

Ella llegó a casa y se llevó un disgusto. Estaba completamente muerta,
su raíz estaba reseca, sus flores caídas y sus hojas amarillas. 

La joven lloró mucho, y contó a su padre lo que había ocurrido. 

Su padre entonces respondió: 

Yo ya me imaginaba que eso ocurriría, y no te puedo 
dar otra flor, porque no existe otra flor igual a esa.

 Ella era única, al igual que tus hijos,
tu marido y tu familia. Todos son bendiciones que el Señor
te dio, pero tú tienes que aprender a regar, podar y
darles atención, pues al igual que la flor, los sentimientos
también mueren. Te acostumbraste a ver la flor siempre allí, 
siempre florida, siempre perfumada y te olvidaste de cuidarla. 

¡Cuida a las personas que amas! anónimo

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