Tuesday, June 17, 2014

El rey 28º




Hubo una vez un limosnero que estaba tendido 
al borde del camino cuando vio a lo
lejos venir al rey con su corona,
su capa y sus seguidores.

En eso pensó: "Le voy a pedir,
porque los reyes son generosos
y de seguro me dará siquiera lo 
necesario para vivir el día de hoy"

Y cuando el rey pasó cerca, le dijo: 

"Su majestad, ¿me podría por favor regalar una moneda?
Aunque en su interior pensaba que el
rey le iba a dar mucho más.

Pero con gran sorpresa suya el rey le miró y le dijo:

"¿Por qué no me das algo tú?

¿Acaso no soy yo tu rey?


El mendigo no sabía que responder a la pregunta y dijo: 
Pero su majestad, yo no tengo nada, soy pobre.
El rey respondió: "Algo debes de tener. ¡Busca!

En su asombro, el mendigo buscó 
entre las cosas de su pobre morral, 
y se dio cuenta que solo tenía 5 
granos de arroz para comer ese día.

Pero se los dio complacido al rey,
imaginándose que sus familiares nunca
le creerían cuando les dijera que él 
había socorrido nada menos que al rey.

Complacido el rey dijo: ¿Ves como sí tenías?

Y le dio 5 monedas de oro, una por cada grano de arroz.

El mendigo dijo entonces:

"Su majestad, creo que acá tengo otras cosas",

pero el rey le dijo:
"Solamente de lo que me has dado de corazón, te puedo yo dar".

Lo que del corazón se da,
sin egoísmo ni pretensiones,
es la inversión más sabia que se puede hacer
porque será también lo que se va a recibir






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